El próximo martes 26 de noviembre, a las 9, se pretende efectivizar la orden de desalojo del espacio de trabajo ubicado en Gaboto 9554, donde 150 familias desarrollan actividades organizadas en la Rama de Trabajadores y Trabajadoras en Espacios Públicos de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) del Movimiento Evita.
En este galpón se llevan adelante múltiples actividades productivas y de reinserción laboral, como la fabricación y mantenimiento de carros jugueros, food trucks, gazebos y otros elementos de trabajo, y la distribución de compras colectivas que realizan distintos fruteros de la zona. También es un espacio donde confluyen artistas callejeros, feriantes y emprendedores que realizan su actividad en diferentes puntos de la ciudad, muchos de ellos con más de 10 años de trayectoria.
El espacio, además de generar trabajo digno, ha sido una herramienta fundamental para la reinserción laboral de diferentes personas, promoviendo la oportunidad de salir adelante a través del esfuerzo y el compromiso.
Antecedentes del conflicto
Hace seis años, el lugar fue alquilado por la comunidad trabajadora a personas que luego resultaron no ser los propietarios legales. Ahora, una sociedad anónima se presenta como dueña del espacio y ha solicitado el desalojo, sin permitir instancias de mediación.
Desde el inicio de este conflicto, los trabajadores han buscado dialogar y regularizar la situación, poniéndose a disposición para alquilar de manera legal. También solicitan que se reconozcan las mejoras realizadas en el lugar durante estos años de trabajo.
Pedido urgente
En esta situación, se solicita al menos una instancia de mediación que permita llegar a un acuerdo justo, el reconocimiento de las inversiones realizadas en el galpón para el desarrollo de la actividad y la posibilidad de alquilar el lugar de forma legal y continuar trabajando dignamente.
«No queremos apropiarnos de nada que no nos corresponda. Somos familias que todos los días salimos a ganarnos la vida con trabajo digno. Pedimos la oportunidad de seguir adelante sin perder nuestro espacio de trabajo,» expresaron representantes de la comunidad.
La situación mantiene en estado de alerta a las familias, que convocan a la sociedad y a los medios de comunicación a visibilizar este conflicto para evitar un desalojo que afectará profundamente a 150 familias trabajadoras de Mar del Plata.
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