¿Qué hacemos para cerrar un año en el que conmemoramos los 150 años de la primera expedición misionera salesiana a la Argentina?
—¿Y si hacemos una correcaminata?

Esa idea sencilla fue el punto de partida de un evento que terminó convirtiéndose en una celebración histórica para Don Bosco Mar del Plata. La propuesta tomó impulso cuando Mario Casetta, director de la obra, alentó la iniciativa, y Rocío Manceñido, coordinadora de Pastoral, comenzó a coordinar a los distintos equipos de la Casa para que todo pudiera hacerse realidad.

El resultado fue contundente: más de 500 personas participaron activamente, y cientos más se sumaron espontáneamente, atraídas por el movimiento, el clima perfecto y el espíritu festivo que envolvió el Corredor Saludable durante toda la mañana.

La jornada tuvo música, entrada en calor, recorrido participativo, familias caminando con sus mascotas y un ambiente de comunidad que se sintió en cada tramo del circuito que unió Plaza España con Constitución y la costa, para luego regresar al punto de partida.
La animación estuvo a cargo de Adrián Maucci, exalumno de la Casa, quien aportó su energía y su trabajo en la difusión para lograr una convocatoria masiva.

Desde la institución destacaron que el evento fue posible gracias a una enorme red de voluntades: áreas que se coordinaron entre sí, personas que aportaron logística, sonido, comunicación, premios, acompañamiento y presencia. Una estructura que se sostuvo, como siempre en Don Bosco, sobre el principio de hacer comunidad.

“Nos hace bien sentirnos cerca. Nos hace bien encontrarnos. Nos hace bien salir a la calle e invitar a otros a ser parte”, expresaron desde la organización, subrayando que este tipo de propuestas sólo suceden cuando la comunidad se une detrás de un mismo propósito.

También agradecieron especialmente al Honorable Concejo Deliberante y al Ente Municipal de Turismo y Cultura, organismos que días antes entregaron una doble Declaración de Interés, acompañando y marcando el valor de esta celebración para la ciudad.

La correcaminata dejó un mensaje claro: cuando se trabaja en equipo, lo que parecía una idea simple se convierte en un día inolvidable.
Un cierre perfecto para un año histórico.