El fin de semana, el Jefe de Gabinete Guillermo Francos confirmó que el próximo verano habrá cortes de luz programados: «Si vienen días de mucha temperatura puede haber una demanda muy alta de electricidad, con lo cual va a faltar generación y va a tener que programarse algún corte”.

Las autoridades nacionales confirman lo que ya era un rumor muy fuerte en el sector energético: habrá apagones el próximo verano por la falta de inversión en el sistema de generación y transporte.

Hasta ahora, modelo energético del gobierno nacional lo único que hizo fue un tarifazo criminal, generando boletas de luz y gas impagables para miles de familias de todo el país, produciendo pobreza energética (hogares que deben destinar más del 10% de sus ingresos a pagar luz, gas y agua) en cientos de miles de argentinos.

El tarifazo no fue acompañado de inversiones y ahora nos anticipan que, también, deberemos sufrir apagones cuando llegue el verano.  Sin embargo, no es el calor el responsable de esta situación, si no la falta de inversión por el ajuste y los recortes de los proyectos que estaban encaminados.

Sin ir más lejos, en octubre del 2023 se lanzó la licitación internacional TerCONF para repotenciar y renovar el equipamiento de las Centrales de nuestra zona (Central 9 de Julio de Mar del Plata, en Necochea y en Mar de Ajó). Pero al asumir Milei, las autoridades decidieron paralizar esa inversión y finalmente cancelarlo. 

Nuestro Sindicato, junto a la empresa provincial Centrales de la Costa Atlántica S.A., elaboró un proyecto para aumentar la capacidad de generación, con equipamiento más moderno y eficiente. A pesar de los avances, no se culminó la licitación y se cayó la inversión.

A todo esto se suma la parada programada de la Central “Atucha I” para realizar mantenimiento, ya planificado hace mucho tiempo, lo que dificultará la generación de energía que abastezca la demanda de la industria y los hogares. 

En resumen, la falta de planificación y el ajuste en el sistema energético traerá muchas dificultades. Sin inversión, con tarifazos para justificar el superávit fiscal y boletas de luz y gas impagables, el modelo energético del gobierno de Milei no cierra por ningún lado. 

El Gobierno desfinancia el sistema eléctrico para privatizar las pocas empresas públicas de generación que aún son estatales.