Concierto gratuito de música clásica en homenaje a los 80 años del Teatro Auditorium
El domingo 4 de mayo a las 20:30 la sala Astor Piazzolla será escenario de una velada especial que rinde homenaje a su histórica apertura musical en 1945. El concierto titulado «80 años de música clásica en el Auditorium» estará a cargo de la Camerata Mar del Plata, una joven formación que renueva el vínculo entre las nuevas generaciones y el legado clásico. La actividad forma parte de la programación organizada por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
Como invitada especial se suma la destacada violinista Lucía Luque, cuya trayectoria internacional combina técnica, sensibilidad y carisma. El programa incluirá piezas del repertorio clásico y una celebración del legado de Astor Piazzolla, artista clave para la identidad del Auditorium y emblema de la renovación del tango en diálogo con el jazz y la música académica.
La función inaugural del Teatro Auditorium se realizó el 20 de enero de 1945 con un ciclo de grandes conciertos sinfónicos dirigidos por el maestro Héctor Panizza. Hoy, ocho décadas después, el espíritu fundacional revive en una propuesta que recupera la excelencia musical de aquel entonces, pero con una mirada actual.
Este concierto no sólo homenajea la historia, sino que también proyecta al futuro. Una agrupación joven, comprometida con la excelencia artística y con una mirada contemporánea sobre la música clásica, se apropia de un escenario legendario. En tiempos en los que la cultura se transforma, el Auditorium continúa siendo casa de la música viva, diversa y vibrante.
Ya están disponibles las entradas gratuitas, con retiro anticipado por boletería.
Una historia con 80 años de lírica
La historia del Teatro Auditorium de Mar del Plata se entrelaza desde su origen con la música clásica. El 20 de enero de 1945, con un concierto sinfónico dirigido por el maestro Héctor Panizza, comenzaba el Ciclo de Grandes Conciertos Sinfónicos y, con él, una relación ininterrumpida entre el teatro y las más altas expresiones de la música académica.
Desde aquel debut, el Auditorium se consolidó como uno de los principales escenarios del país para la música clásica, recibiendo a artistas nacionales e internacionales de primer nivel. Pianistas como Dora Castro, Rodolfo Caracciolo, Miguel Rajcovich, Héctor Zeoli y Manuel A. Rego protagonizaron ciclos que acercaron la música de cámara y sinfónica al gran público. Rego, por ejemplo, ofreció en 1959 un ciclo de conciertos organizado junto a Radio LU9 en el Salón Dorado del Casino, con entrada libre y destinado a democratizar el acceso a la música de concierto.
Durante los años 60 y 70, el teatro amplió su proyección internacional. En 1969 se presentó la New York Pro Musica, ensamble especializado en música antigua, con un repertorio de las cortes italianas del Renacimiento interpretado con instrumentos originales. La presencia de la Orquesta Sinfónica de Viena, la Orquesta Sinfónica de Bamberg, la Orquesta Nacional de España y la Nueva Orquesta de Cámara de Estocolmo confirmó al Auditorium como una escala obligada para las giras más exigentes.
Es de destacar, en determinado momento, la participación del organismo estable de la ciudad, la Orquesta Sinfónica Municipal de Mar del Plata, que bajo la dirección de maestros como Néstor Romano, Guillermo Scarabino, Washington Castro, Guillermo Becerra, Carlos Alberto Vieu y José María Ulla, protagonizaron ciclos sinfónicos, galas líricas, conciertos didácticos y presentaciones con solistas invitados de renombre.
También se lucieron solistas de excelencia como Alicia de Larrocha, la gran pianista española; el austriaco Rudolf Buchbinder, especialista en Beethoven; el israelí-estadounidense Yefim Bronfman, virtuoso del romanticismo; Antonio de Raco, discípulo de Scaramuzza y referente argentino; David Allen Wehr; el guitarrista franco-italiano Alexandre Lagoya; el violinista Félix Ayo del Cuarteto Italiano; la violonchelista Christine Waleska; el inolvidable Miguel Ángel Estrella, que conmovió al público con su talento y compromiso humanitario; Bruno Leonardo Gelber, uno de los más grandes pianistas argentinos del siglo XX, con reconocimiento internacional por sus interpretaciones de Beethoven y Schumann; y Horacio Lavandera, referente contemporáneo de la música clásica, con un enfoque renovador y una proyección mundial.
La presencia de conjuntos como el Cuarteto Mozarteum de Salzburgo, el Trío de Trieste, Salzburger Musici, Pro Música Antiqua de Madrid, la Camerata Bariloche, la Camerata Lysy y el Ballet Jazz de Montreal (combinando danza y música clásica moderna) amplió la diversidad del repertorio y enriqueció la experiencia artística de miles de espectadores.
La lírica también encontró su espacio en el Auditorium. Desde recitales con figuras del Teatro Colón hasta óperas como La Traviata, El Barbero de Sevilla o Madame Butterfly.
A lo largo de las décadas, el vínculo entre el Mozarteum Argentino y el Auditorium permitió que artistas de talla internacional se presentaran en Mar del Plata, convirtiendo al teatro en una plataforma para el arte más refinado y exigente.
En 1994, la sala principal fue rebautizada con el nombre de Astor Piazzolla, en homenaje al compositor marplatense que redefinió los vínculos entre tango, música clásica y vanguardia. Desde entonces, Piazzolla es un faro permanente para nuevas generaciones de músicos.
El Auditorium ha sido durante ocho décadas mucho más que un edificio: ha sido una caja de resonancia de la cultura, un refugio para el arte, y un escenario donde la música clásica siempre encontró su lugar.
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